Andres Silvera, campeón y goleador en el año 2002, vuelve a Independiente, tras una abrupta salida de San Lorenzo.
El Cuqui quien fue silbado en el último año por los fanáticos cuervos, quien no volvió para hacer la pretemporada luego del receso por el torneo clausura, recibió un llamado del actual técnico de Independiente.
El Tolo, confía en que el Cuqui es el delantero que le falta. ¿Será así?
Andres Cuqui Silvera, quien es más conocido por sus habituales faltazos sin aviso, desplantes y poco amigo de la prensa; en el año 2003 se fue abucheado de Independiente tras haber salido campeón y goleador, en Tigres de México, además
de ser conocido por sus andanzas en la noche y accidentes de auto, fue echado, y en su último equipo, San Lorenzo, solo hizo 6 goles en los últimos tres torneos.
El delantero, en San Lorenzo fue objeto de criticas, por la hinchada y dirigentes por su desganada actitud, pero el Tolo debe enfrentar un mixture difícil y confía en los refuerzos que llegaron. Esperemos que no se equivoque con esta decisión.
Cuando comience el torneo, la pelota hablará por sí sola.
El Cuqui quien fue silbado en el último año por los fanáticos cuervos, quien no volvió para hacer la pretemporada luego del receso por el torneo clausura, recibió un llamado del actual técnico de Independiente.
El Tolo, confía en que el Cuqui es el delantero que le falta. ¿Será así?
Andres Cuqui Silvera, quien es más conocido por sus habituales faltazos sin aviso, desplantes y poco amigo de la prensa; en el año 2003 se fue abucheado de Independiente tras haber salido campeón y goleador, en Tigres de México, además
de ser conocido por sus andanzas en la noche y accidentes de auto, fue echado, y en su último equipo, San Lorenzo, solo hizo 6 goles en los últimos tres torneos.
El delantero, en San Lorenzo fue objeto de criticas, por la hinchada y dirigentes por su desganada actitud, pero el Tolo debe enfrentar un mixture difícil y confía en los refuerzos que llegaron. Esperemos que no se equivoque con esta decisión.
Cuando comience el torneo, la pelota hablará por sí sola.
Natalia

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