jueves, 3 de julio de 2008

Violencia en la escuela ¿El nuevo fenómeno mediático?


En los últimos meses desfilaron por los medios una lluvia de noticias relacionadas con la violencia escolar. Esto plantea un debate dónde el interrogante es si la agresiones en el colegio estuvieron siempre, pero ahora son noticia o si estos hechos aumentaron su numero y gravedad en los últimos tiempos.
Empezaremos definiendo este fenómeno. La coordinadora general de Orientación y Salud Escolar y del Programa por la No Violencia en la Escuela de la Ciudad de Buenos Aires, Alcira Orsini, precisó la violencia en la escuela como “situaciones, hechos o personas que expresen conductas consideradas como impertinencias, manifestaciones de burla, lenguaje obsceno, violación marcada de los códigos de vestimenta, peleas serias entre personas o grupos, actos de vandalismo que impliquen destrucciones o daño de elementos de la institución y robos”.
Ahora hablando de los medios gráficos, la televisión y la radio, diariamente encontramos numerosas noticias sobre agresiones en la escuela a lo largo de todo el país. Este enfoque ¿Ayuda o empeora los casos? La violencia escolar existió desde que apareció la escuela, solo que ahora se encuentra agravada por la cobertura, sobre todo de la televisión, que ante un hecho de agresión, prenden las cámaras y se inicia la acción. ¿Los chicos son siempre violentos o lo hacen solo cuando están “en el aire” y esto empeora la situación?
Desde mi punto de vista, la movida de los medios de comunicación no ayuda para disminuir la cantidad de violencia que encontramos en las escuelas, sino que lo agravan, ya que los chicos actúan por imitación y al ver todas esas imágenes donde se insulta, se golpean a puño y algunos hasta usan armas, buscan hacer lo mismo y no toman conciencia que están sus vidas en riesgo, porque con un golpe o una herida pueden perder su vida.
Tendríamos que empezar a buscar una solución en lugar de criticar y ver como este tema aumenta cada día más. La violencia es un problema social, donde todos somos culpables: los padres, los educadores, el gobierno, los medios de comunicación y la comunidad.
Si los medios dejaran de hacer esta cobertura exhaustiva de los casos de violencia escolar ¿Seguiría habiendo tantos hechos de agresión como vemos hoy o esta cantidad declinaría? ¿Qué tan responsables son las cámaras de este mal que vivimos diariamente en nuestro país?
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Jesica

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un enfoque diferente a un tema que se hizo moneda corriente en estos tiempos.
Interesante informe Jesi, te felicito!
Sigan asi chicos, me encanta el blog.
Saludos.

L

Anónimo dijo...

Un análisis desapasionado sobre nuestros príncipes amados, realmente imperdible, sobre todo viniendo de Santa Cruz, donde los conocen bien.

Lamentablemente, muchas de las cosas que "promete" el artículo, creo que nunca las veremos: en este país ningún político va en cana.




Dispensen este exabrupto lascivo, pero es la manera exacta de graficar a mi país en esta excepcional etapa histórica: Argentina es un tampón. Sin dudas... estamos en el mejor lugar... pero en el peor momento.

Nuestra Nación se encuentra en el mejor lugar entre las naciones del planeta. Un país que produce alimentos en un mundo hambriento y ansioso, demandante ávido y generoso de todos y cada unos de nuestros productos, dispuesto a pagar por ellos precios favorables y que van a ir en constante crecimiento.

Pero estamos en el peor momento... porque este país está gobernado por una verdadera banda de psicópatas, delincuentes, embaucadores y mafiosos cimentando un gobierno que será inmortalizado como el más corrupto, hipócrita y farsante de la historia argentina.

Alguno dirá que ha sido legitimado en las urnas y esto es cierto, pero también es cierto que terminarán todos presos y repudiados por la misma sociedad que hoy los veneran. Pasó con Alfonsín, pasó con Menem, pasó con Duhalde, pasó con De La Rúa... y va a pasar con Los Kirchner, no tengan dudas.

La diferencia radica en que es imposible que Los Kirchner y su banda puedan zafar de la cárcel en cuanto pierdan el poder. Y el poder maquiavélico cimentado por los Kirchner, fundado en el terror, empezará a desmembrarse en cuanto algún sector de la sociedad empiece a dar muestras de rebeldía al perder el temor acumulado.

No es otra cosa lo que se discute en el gobierno cuando se evalúa la rebelión agropecuaria. Las retenciones, a esta altura del conflicto, son un simple subterfugio y un ejército de funcionarios y filósofos rentados saldrán a justificar lo injustificable. El gobierno, en su voracidad fiscal, sabe que metió la pata hasta el cuadril con el tema de las retenciones al punto que hubo que sacrificar al Ministro de Economía al que le habían obligado a adoptar tal medida.

Quien estime que la discusión gubernamental se centra en la cuestión de las retenciones se equivoca. La discusión del gobierno radica en que en su concepción maquiavélica y esquizofrénica no es admisible la protesta y es menester cortarla de cuajo y hacer tronar el escarmiento público a sus autores.

El gobierno volvió a equivocar en la reacción que, a la postre, fue peor que la acción inicial equivocada. El gobierno acusa de "golpistas" a todo opositor y no se equivoca... claro que en su concepción. En la Edad Media quién se oponía a los designios del Sr. Feudal o al Monarca era acusado de sedición, de subversivo y localizado era brutalmente eliminado en forma inmediata
Por eso para Los Kirchner hace rato que el conflicto con el sector agropecuario dejó de ser un asunto recaudatorio, para ser lo que es: una cuestión de poder. La lógica del poder en el concepto K indica que un retroceso gubernamental, un paso atrás en una decisión adoptada por más equivocada que hubiera sido, es una muestra de debilidad... y esto también es cierto.

Por eso quienes, como la iglesia y distintos sectores de la vida argentina, con muy buen juicio intentan interceder en el conflicto solicitando medidas inspiradas en la magnanimidad gubernamental se equivocan. No hay racionalidad ni mucho menos grandeza en un gobierno constituido con la única idea de robar y de saquear a la Nación.

* Para que en un país un mandatario despoje 1.200 millones de dólares del Estado Provincial y no pase nada... pasa algo.

* Para que en un país el Congreso de la Nación resigne sus facultades constitucionales a favor del Poder Ejecutivo y transformar la República en una monarquía y no pase nada... pasa algo.

* Para que en un país decenas de gobernadores y centenares de Intendentes resignen calladamente su autonomía y, con ella, los recursos que por derecho les corresponden para aplaudir después un mínimo porcentaje que les llega como limosna y no pase nada... pasa algo.

* Para que en un país se descubra que los fondos de campaña electoral que llevaron a la actual mandataria a ocupar la Presidencia de la Nación fueron ingresados ilegalmente al país desde Estados extranjeros y no pase nada... pasa algo.

* Para que en un país decenas de gobernadores, centenares de intendentes y de legisladores que accedieron a sus cargos a través de un Partido Político se pasen sin escalas a las filas del Frente para la Victoria y no pase nada... pasa algo.

* Para que en un país la familia gobernante pasara en poco tiempo de una vida normal de la clase media a constituirse en la familia mas acaudalada del país y no pase nada... pasa algo.

* Para que en un país los datos oficiales mientan escandalosamente, desvirtuando alevosamente los índices inflacionarios y las mediciones de la pobreza y que todos lo sepan y no pase nada... pasa algo.

Pasa el despotismo en su más pura esencia. Pasa el terrorismo de Estado como amalgama de dominación. Pasan la defensa de los Derechos Humanos como simple cortina de humo. Pasan Moyano y Delías como paradigmas de la moral de este gobierno. Pasa la corrupción más bestial y desenfrenada de la historia argentina. Pasan los Kirchner.

La Iglesia tiene las mejores intenciones, es cierto, pero se equivoca. Para entender a los Kirchner hay que estar necesariamente fuera del contexto histórico contemporáneo, hay que escudriñar el funcionamiento de las monarquías, pero no las actuales monarquías constitucionales, por cierto, sino las absolutas de la edad media. Es solamente en tal concepción que se puede percibir el razonamiento de los Kirchner y su apego obsesivo y encolerizado al poder y desde tal punto de vista es cierto que todo aquel que discute, que se opone, que se rebela, no es un opositor, es un golpista. No se puede combatir a los kirchner y su banda desde la ingenuidad de una simple discusión republicana de ideas o de una habitual disputa de intereses sectoriales.

El Hecho que tras esta brutal intransigencia a los Kirchner les importa un comino dilapidar la mejor oportunidad histórica del país de emerger al mundo con posibilidades reales de éxito. Con el poder político y económico acumulado son capaces de destruir todo el esfuerzo de los argentinos si tras los escombros pueden garantizarse seguir conservando el poder. El poder les certifica riqueza y, especialmente, les concede impunidad.

Los Kirchner están mostrando la hilacha. Están dejando a las claras que no les interesa el progreso, el bienestar y el capital que no pueden manejar de conformidad a sus intereses. No les interesa que la riqueza autónoma, que son las divisas que ingresan al país, sin pasar por sus manos. Es cierto que les preocupa enormemente la redistribución de la riqueza en el país; empezando esa distribución por ellos, claro está.

Con la rebelión del campo se inicia el camino de la caída de los Kirchner y el cumplimiento de la máxima acuñada por Abraham Lincoln que reza que "se puede engañar a toda la gente parte del tiempo, se puede engañar a parte de la gente todo el tiempo; lo que no se puede hacer es engañar a toda la gente todo el tiempo".

Inexorable, se acerca el tiempo en que los Kirchner van a ser repudiados por la gran mayoría del pueblo argentino y cosechar lo que sembraron durante su período de hegemonía. Con la caída del imperio que ya no puede disimular sus grietas y sus señales de derrumbe vendrán otros tiempos, y sin dudas serán mejores. Se acerca el tiempo en que los actuales aduladores se transformarán en negadores y antes que cante por primera vez el gallo de la madrugada del próximo gobierno ya lo habrán negado muchas veces... son los mismos que lo hicieron con Menem y con Duhalde... lo repetirán con los Kirchner.

Los dolores del parto de ese nuevo tiempo comienzan a sentirse en los espasmos inevitables que anticipan el nacimiento de un nuevo país construido fundamentalmente sobre la exaltación institucional de los valores.

La caída de los Kirchner así como inevitable, será traumática. Un gobierno que no se maneja con valores resistirá con la fuerza, así su despliegue inconsciente lleve al derramamiento de sangre. No es otra cosa lo que se puede esperar si la estrategia oficial de la resistencia gubernamental la conducen energúmenos de la talla de Luis Delia y Hugo Moyano que, al igual que los Kirchner se juegan la vida en la perpetuación de este gobierno en el que se están enriqueciendo colosalmente.

Afortunadamente la Argentina sobrevivirá a los Kirchner y felizmente lo hará a tiempo.

Y el próximo gobierno se erigirá sobre un trípode virtuoso que, conjugados con decencia, llevará al país a la vanguardia de los países desarrollados del mundo: democracia, república y riqueza.

Un país con las condiciones privilegiadas del nuestro que por tal contexto económico tenga asegurada por las próximas décadas una renta asombrosa y creciente, sumado a concepciones democráticas en serio y conjugado a los valores republicanos, es un país -el nuestro, la Argentina- llamado por la historia a marchar a la vanguardia de las naciones desarrolladas del mundo.

Va de suyo que en un gobierno erigido sobre valores, una Poder Judicial adecuado a tales virtudes, no podrá tener a los Kirchner en libertad... y esto no será venganza, será simplemente justicia.


un desubicado que pasaba por ahi